Un musulmán diferente

Muy diferente:

Yo también arriesgo mi vida al decir que Mahoma es un profeta que mató y ha hecho matar. Pero debemos hacer comprender al islam que no es reprochable tocar un tabú islámico. Y eso no se puede conseguir desde el silencio. Es importante que, ante el aumento de la presencia de musulmanes, Europa no haga ninguna concesión. Es el islam el que debe adaptarse a Europa, y no al revés. No hay que abdicar en este punto, y mi combate como musulmán y demócrata es conseguir que las sociedades europeas sigan siendo libres, y que las musulmanas lleguen a serlo.

 

En el mundo está triunfando la peor interpretación del islam, que, todo sea dicho, es una interpretación posible. El gran problema del islam no es el islamismo terrorista, puesto que éste puede identificarse y ser perseguido como enemigo, sino el integrismo difuso. Al mismo tiempo que existe este islam masivo, mediático y espectacular, que es inviable y se alimenta del simplismo mediático, las voces de la modernización existen. Bendito sea Benedicto XVI por poner el dedo en la llaga y poner los problemas que molestan sobre la mesa, aunque yo no comparto su argumentación. Pero frente a un discurso, hay que argumentar intelectualmente, no con la vociferación. Hay gente que lo ha intentado. «Asharq Al Ansat», el mayor diario árabe, con una tirada de un millón de ejemplares, publicó el 21 de septiembre el discurso íntegro del Papa, con una foto suya. Y al lado, una respuesta de un universitario libanés, que yo no comparto, pero planteada desde la razón. Como tiene que ser.

 

P. ¿Considera justificado el término «islamofascistas»?
R. No porque Bush haya usado el término «islamofascista» hay que rechazarlo. En mi último libro demuestro que el islam puede ser el fascismo más radical que ha salido del pensamiento humano. El emir, el califa o el monarca divino no son más que personas que imparten el poder en lugar de Dios y han sido elegidos por él. El Corán va más allá y dice: «El poder es de Dios». Y los musulmanes lo han tomado al pie de la letra. El ejercicio del poder está fuera del alcance del hombre. Y como la democracia está pensada por humanos, hay que rechazarla.

Abdelwahab Meddeb, escritor e intelectual musulmán: «El islam puede ser el peor fascismo salido del hombre»

7 comentarios

  1. No diré que al caballero en cuestión le falte «buena voluntad», ni que su visión del Islam Actual, y de lo que Europa «debería hacer» con él, esté equivocada. ¿Pero «resulcitar» Al-Andalus es el camino?, ¿no estaba dominado por los musulmanes?, lo no-musulmanes ¿no pagaban más impuestos y disfrutaban de menos derechos?, ¿es eso lo que hay que resucitar?. O es un sistema de convivencia en el que cada cual crea en lo que su mente dé de si, pero de puertas a dentro, sin alharacas, ni manfestaciones, ni tumultos, ni presiones mediáticas, ni grupos de presión, sin la presencia de las «estructuras de Poder religioso», en definitiva: Sin que la Religión le importe a nadie más que como un medio personal de prefección.
    Y no estoy convencido que sea eso lo que este caballero dice, en resumen, que no estoy convencido de que un hombre pueda ser, simultáneamente «musulmán» y «demócrata». Su buena voluntad no se garantiza en el futuro. ¿Que garantía tenemos de que, de seguir su camino, en una generación no estemos igual que ahora, o peor?. ¿Es realmente «DIFERENTE»?.

  2. Como siempre está el musulman malo y el musulman bueno. Si caemos en la trampa y le creemos al musulman bueno en pocos anios tenemos de nuevo la Yihad en nuestros cuellos, aunque un poco mas sofisticada y mas dificil de vencer.
    Que es eso que al Coran se lo puede interpretar de dos formas? Una buena y otra mala?
    Si ellos no lo tienen en claro porqué hemos de tenerlo nosotros.
    Si el Coran es un libro ambiguo que conduce a errores de la naturaleza que estamos viendo hoy en día, no es ni un libro sagrado ni un pensamiento positivo para la humanidad.

  3. Lo que dice Abdulwahhab es muy atrevido y merece respeto y simpatía.
    No comparto su reivindicación de Al-Andalus, aunque siendo descendiente de moriscos es natural que la haga. En Túnez ser de ascendencia morisca da prestigio, pero hay que recordar por qué se les expulsó en 1609. No debemos querer ni la reivindicación ni la reactivación de aquello. Y las minorías musulmanas, aunque cada uno de sus individuos merezca el máximo respeto y consideración; no representan ninguna esperanza de progreso ni de paz.
    Con todo, reconozcámosle el mérito a Abdulwahhab, porque si la mayoría de los musulmanes se pronunciasen como él podríamos darnos por satisfechos y dejar de tener la mosca tras la oreja como la tenemos (yo no creo en el Islam, ni me parece que le quepan interpretaciones coherentes y pacífico-democráticas; pero las personas musulmanas son otra cosa, y si son liberadas del efecto intimidatorio de la masa musulmana, algunos pueden liberarse).

  4. Este musulmán distinto se contradice a si mismo o es otro falso cínico? Por un lado dice que no está de acuerdo con el discurso del papa (supongo que se refiere a la parte más conocida: «el islam trajo mal al mundo» e «predica imponer la fe con la espada») por el otro lado dice que en su libro demuestra que el islam puede ser el fascismo más radical que ha salido del pensamiento humano… para mi que de distinto no tiene ni un pelo, solo quiere vendernos su libro, como todos…

  5. Es todo una cuestion de supervivencia. los fanaticos son así llamados cuandoson una minoría pero cuando son mayoría dejan de ser fanaticos para copnvertirse en una orda peligrosa. En un peligro masivo , en una amenaza y cuando han logrado una mayoría tan absoluta que dominan el mundo se transforman en un poder despotico, en una tiranía.

    En el caso el Islam ya alcanzó el segundo pazo. Ya no es un grupo de fanaticos sino una orda peligrosa, una amenaza, igual que dentro de él exista gente con buenas intenciones, éstos ya no cuentan y en ultima instancia puestos a elegir preferiran el extremo islamista al hereje.

    Para que esta nueva orda que amenaza Europa se convierta en un poder despotico en occidente solo faltan algunos detalles, que lleguen a gobernar por ejemplo y eso ya está pasando . Han alcanzado plazas en las diputaciones europeas y en las Universidades y en los partidos politicos solo nos falta Turquía en la UE.
    Ya ejercitan la censura en nuestra cultura y nuestra libertad de prensa.
    Para que estemos completamente dominados solo hace falta la toma del poder por elección o por la fuerza. Que tal un general musulman como en Tailandia? que dicte su constitución y nos someta bajo pena de muerte a sus deseos y ésto si no reaccionamos pronto sucederá de la forma mas facil, casi sin que lo notemos, mientras dormimos.

  6. No seáis tan intolerantes. Estáis frente a un musulmán que demuestra que se puede ser creyente en el Islam a la vez que respetuoso con los derechos humanos, y que en el Islam puede haber razón, pragmatismo y pensamiento. Admitidlo: artículos como éste son la prueba de fuego, aquí es donde se ve de qué pie cojea cada uno. Algunos lo aceptan y valoran sus argumentos y su intención. Otros, por desgracia, optan por la desconfianza y creen que es simplemente un caballo de Troya.

    Sí, es cierto, el Islam actual es en buena parte un universo cerrado, opresivo y enrarecido donde el honor y el «qué dirán» se sitúan por encima de cualquier otra cosa. Está muy extendida, incluso entre los que se llaman a sí mismos moderados, la ocultación y la negación de las vergüenzas de la sociedad islámica a través de relativizaciones amables y apaciguadoras. Por tanto, ya sé que los comportamientos de muchos musulmanes «moderados» no son otra cosa que autoexculpaciones. Pero este no parece ni remotamente el caso. Hay que oírle con interés y brindarle apoyo. Es lo menos que merece tan estimulante excepción.

    Fijáos en los comentarios que hace sobre la situación política y social. ¡Joder, podría suscribirlos al 100%!. En este clima moderno de corrección política, ¿quién, no ya musulmán, sino europeo, se atreve a relacionar tan explícitamente la mentalidad que anima a los fundamentalistas islámicos con la que mueve a la extrema izquierda?. Y es capaz de dar apoyo a la guerra de Irak al mismo tiempo que se muestra crítico con EEUU y su actuación. ¿Quién se atreve a pensar, hoy día, con esa riqueza de matices?.

    Conceptos así sólo pueden proceder de una mente con mucha sabiduría, una mente sensible a la vez que extraordinariamente racional. Este hombre pertenece a una auténtica vanguardia, todavía en proceso emergente, de intelectuales musulmanes. Y yo me alegro. He aquí, al fin, lo mejor, lo más vivo y real del Islam. Aquí sí se palpa la serenidad oriental, el sufismo, el espíritu paradójico y filosófico, la virtud de ver más allá de lo evidente. Constantinopla, Bizancio, Grecia, Al-Andalus, el Mediterráneo. Oriente y Occidente. Las palabras de este hombre, afiladas como un bisturí y respetuosísimas como un guante de seda, me traen vientos de aquellos lugares y épocas.

    Tal vez quienes conocen y entienden mejor que nadie los velos islámicos sean los más facultados para rasgarlos. ¿No creéis?

  7. «en ultima instancia puestos a elegir preferiran el extremo islamista al hereje».

    ¿Por qué han de elegir entre uno y otro? Un verdadero creyente, un moderado de cualquier religión, no está forzado a creer lo mismo que el «hereje» sólo porque rechace el fundamentalismo, y a la inversa.

    El reto es que los musulmanes moderados se hagan oír, tanto en Europa como en el mundo islámico, para dar fuerza a un Islam distinto, verdaderamente ilustrado. Criminalizar a todo el Islam sólo porque la tendencia generalizada en ese universo es teocrática y fundamentalizante («integrismo difuso», dice con acierto Meddeb) no sólo es injusto, sino que también niega a los creyentes musulmanes la condición de seres humanos facultados para la razón y la duda, y por tanto se niega al Islam mismo la posibilidad de prosperar. A los musulmanes como grupo humano hay que anteponer muchas precauciones, lo que no ha sido advertido por la mayoría de Europa hasta el día de hoy, pero también hay que mostrarles comprensión. De lo contrario sacamos a relucir lo peor de Occidente, y es que también los cristianos (creyentes o agnósticos, gozamos de una cultura común) nos podemos equivocar.

    Demos oportunidades a los que tengan buena voluntad… pero, eso sí, sepamos distinguirlos. Soy perfectamente consciente de que no cabe ser ingenuo. Todos sabemos las barbaridades que en Europa se siguen realizando en nombre del multiculturalismo y la corrección política, los excesos cometidos en aras de una tolerancia mal entendida. Y lo peor es que, al defender sin crítica alguna las prácticas tribales y las visiones maniqueas que traen consigo una mayoría de los musulmanes inmigrantes, y al dar carta de ciudadanos demócratas a integristas que pasan por «integrados» (sin serlo en realidad), estos «multicultis» están entre los principales responsables de que el Islam, que tiene en Europa una gran oportunidad para evolucionar y reformarse, siga anclado en preceptos y costumbres moralmente inaceptables.

    En fin, que una cosa no quita la otra. Ante todo, sentido común.

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