La situación en Irak está mejorando porque la idea de implantar la democracia se ha olvidado.
Comentaba aquí que es mucho más supremacista meter 100.000 soldados en un país situado a más de 5000 kilómetros de distancia para imponer «la democracia, el imperio de la ley y la igualdad» que para apoyar a un partido político que quiere que Flandes sea para los flamencos. Eso debería ser obvio para cualquier persona que no esté obnubilada por el fundamentalismo democrático, pero…
En todo caso, aquí tenemos la prueba. Este año, los EE. UU. han metido algunos soldados adicionales, y sobre todo han contado con los jefes de la familias iraquíes para imponer el orden en sus gentes y territorios; los efectos están a la vista. Los delirios de neocón sonado con que se trató de «llevar la democracia a Irak» están olvidados y, afortunadamente, han sido reemplazados con recetas paleocón; es decir, las de los conservadores de toda la vida. Insistir en «más democracia» hubiera traído solo más muertos. Meter a los soldados en las calles armados hasta los dientes y dar poder a los depositarios de la autoridad tradicional ha hecho que se empiece a ver la luz del túnel.
Espero que los norteamericanos hayan aprendido la lección. No digo nada de los europeos, porque son un caso perdido.
Venga, feliz año 2008, AMDG.
Feliz año, H.